jueves, 21 de abril de 2016

Katmandú

Hacía mucho tiempo que tenía ganas de visitar esa famosa casa al revés, que desde hace unos años se encuentra en Magalluf.


Hotel Sol Katmandú

Aprovechando una oferta especial para residentes, nos decidimos a compartir un fin de semana en familia para conocer sus instalaciones. 

En el parque hay diferentes atracciones y aunque casi todas están orientadas para niños, los adultos también disfrutarán.

Lo primero que vimos fue la casa al revés, The House. La experiencia comienza en un curioso ascensor que nos pondrá en situación del lugar tan especial en el que estamos. No quiero desvelar con detalle sus misterios, porque es mucho mejor descubrirlos en primera persona. Pero sí que os aconsejaría que os fijéis en todos sus rincones y no tengáis prisa por visitar las diferentes salas. He de decir que me sorprendió y me gustó mucho.

Dentro de The House
Después nos fuimos a disfrutar el cine en 4D. Era la primera vez que entraba en uno de estos y la experiencia fue muy positiva. Te sientas en unos sillones que se mueven en sincronía con la película que estés viendo en ese momento y es bastante realista. Hay diferentes películas y nosotros vimos una en la que ibas en un vagón de mina. A veces parecía que ibas montado realmente como en una montaña rusa. ¡Genial!


Otras de las atracciones que son parecidas entre sí son la de Zombies, Los Banditos y Desperados. En todas ellas tienes una pistola para disparar a los enemigos de las películas. En las dos primeras, las películas son en 3D, vas sentado en un sillón y tienes que disparar hacia la pantalla. Y en la otra vas sentado en un caballo y tienes que disparar a los forajidos del lejano oeste, que curiosamente son robots. 

Expedition Golf
También tienen un minigolf muy xulo en el que encontraréis dos recorridos diferentes. Ambos de 18 hoyos. ¡Muy divertido y para toda la familia! Me gustó mucho la decoración y los diferentes hoyos a cuál más original. 

El hotel de este complejo es un hotel que ya existía hace muchos años y al que le han lavado la cara completamente. La decoración de la recepción es muy divertida y va acorde con la temática del parque. Eso sí, las habitaciones son pequeñitas, pero lo encontramos todo muy limpio (y eso siempre se agradece).


Como nos quedamos el fin de semana nos incluía la cena y el desayuno. En la cena había bastantes cosas, aunque no mucha variedad en la zona de plancha. Pero lo que probamos, estaba bueno.

Aunque aquí viene mi primera crítica constructiva: mis sobrinas, que son celiacas, no tenían apenas elección para comer. Una cosa es que digas que tienes comida sin gluten, y otra, la realidad muy distinta, en la que solo les puedes ofrecer un par de cosas. Es una pena, porque había muchas cosas en el buffet que de por sí no llevan gluten, pero si no las cocinan con cuidado para evitar la contaminación cruzada, quedan excluidas de su dieta. Creo que se podría resolver con un poco más de educación sobre gluten en las cocinas. Porque muchas personas no tienen ni idea de cómo funciona (hasta hace algunos años yo tampoco). Y es muy triste ver como tu sobrina de 7 años te dice "que injusta es mi vida".

Desayuno
Pero pasemos a mi momento favorito de cualquier hotel: ¡el desayuno! Aquí sí que no tengo ninguna queja. ¡Qué bueno estaba todo! Y con este surtido de bollería que estaba buenísima salimos todos redondos del comedor.

En términos generales me parece un buen lugar para pasar el fin de semana con la familia. Aunque me pareció un poco raro que un bebé de 9 meses tuviera que pagar como un adulto.

Y como veo que en Twitter no me han explicado el porqué, lo dejo por aquí escrito por si me hacen más caso. 

Me despido de vosotros con mis tres niñas guapas con las que me he vuelto loca este fin de semana en Katmandú.

¡Hasta la próxima!