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martes, 29 de enero de 2019

Porto Cristo

Porto Cristo


Con este frío hecho muchísimo de menos el verano. ¡Últimamente más que nunca! Será cosa de la edad, pero de cada vez sobrellevo peor el invierno. Y con mis recuerdos de verano quería traeros hoy nuestras primeras vacaciones con nuestra peque en las que nos fuimos a un apartamento en Cala Romántica.

Aunque nunca he pedido nada por tener el blog, algunas veces he obtenido algunas ventajas y una de ellas fue esta semana que pasamos en unos apartamentos cerca de Porto Cristo. No recuerdo bien la agencia ni los apartamentos que fueron porque ya han pasado más de 2 años, pero mejor no recordarlo. Posiblemente, de las peores estancias en las que hemos estado. Un pequeño, húmedo y oscuro apartamento en el que lo único que queríamos era salir de allí. De hecho, no aguantamos ni siquiera los 7 días. Preferimos irnos antes a casa. Así que mejor no hacerle ningún tipo de propaganda, ni buena, ni mala.

Pero quitando estos malos recuerdos, disfrutamos de unos días de la costa de Manacor. Y en esta entrada os quiero enseñar lo que pudimos ver en Porto Cristo. Como ya he comentado, la localidad de Porto Cristo pertenece al municipio de Manacor y representa su puerto.

Passeig sa Sirena
Empezamos nuestra ruta por el Paseo de la Sirena. Situado en el carrer Bordils y justo enfrente de la playa principal de Porto Cristo. Se le puso este nombre por una pequeña estatua en forma de sirena que fue destruida después de la Guerra Civil. En 1988, y coincidiendo con el primer centenario de la localidad, se instaló la sirena de metal que se puede ver ahora en el paseo. Es obra del escultor Pere Pujol.

Es un paseo muy concurrido en el que se suelen centrar los mercados y fiestas del lugar. Los domingos recoge el mercado semanal.


Platja de Porto Cristo
Desde diferentes puntos del paseo podemos acceder a la playa de Porto Cristo. Es una pequeña playa de arena fina y blanca con agua cristalina que dispone de vigilancia y duchas. A pesar de que sea la entrada del pequeño puerto o mollet, está muy limpia y es muy tranquila. Hay un paseo que te lleva desde la playa hasta Ses Coves Blanques (mirando el mar, hacia la izquierda).


Estas cuevas ubicadas en los acantilados estuvieron habitadas hasta finales del siglo XIX por pescadores que formaron el primer núcleo de población de la zona.

Seguimos nuestro paseo en coche, aunque también se puede hacer a pie, para ver uno de los pocos restos que se conservan de los primeros cristianos que habitaron Mallorca. Al principio del carrer de Joan Amer y custodiado por un cristal de seguridad, se puede ver la pila bautismal que formaba parte de la basílica paleocristiana de Sa Carrotja del siglo V.

Església de la Mare de Déu del Carme
Si volvemos al Paseo de la Sirena y nos dirigimos hacia la plaza del Carmen nos encontraremos con la iglesia de Porto Cristo. La iglesia de la Mare de Déu del Carme se empezó a construir en el año 1890 pero no se inauguró hasta 1949. Tiene una sola nave con dos capillas laterales y en la que predomina la simetría (con lo que me gusta a mi lo simétrico).

No pudimos entrar pero me queda pendiente para una nueva visita. Y como para entrar en las iglesias, normalmente, hay que ir en sus horarios de misa, los sábados hay misa por la tarde y los domingos mañana y tarde. También he visto que de junio a septiembre hay misa entre semana a las 20:30.


Torre del Serral dels Falcons
De nuevo cogemos el coche para dirigirnos hasta el final de la avenida de Joan Servera Camps. Desde este lugar, a parte de tener unas vistas magníficas de Porto Cristo y la costa manacorina, podemos ver la Torre del Serral dels Falcons. Una de nuestras tantas torres de vigilancia y defensa. Datada alrededor del año 1577. Con el paso del tiempo y tras varios bombardeos franquistas, la torre se deterioró mucho y en 1960 los propietarios del terreno la reconstruyeron y luce así de fantástica.

Creo recordar que había un pequeño párking en esta zona y se puede pasear tranquilamente para disfrutar de las vistas.

Finalizamos nuestra visita de la mejor manera posible, comiendo en uno de los muchos restaurantes que podemos encontrar por el puerto. Nosotros comimos en el Restaurante Cap d'es Toi y nos gustó muchísimo. Buena comida y no excesivamente caro teniendo en cuenta su ubicación. 


Y con nuestra peque, que en esta foto está súper peque, nos despedimos de vosotros hasta nuestra próxima aventura por Mallorca. Adoro esta isla y nunca me cansaré de visitarla.

¡Hasta la próxima!


lunes, 23 de febrero de 2015

Coves dels Hams

En estas fiestas de Navidad conseguimos unas invitaciones para visitar estar preciosas cuevas y el pasado día de San Valentín aprovechamos para hacer esta romántica visita.


Estas cuevas están situadas en la entrada de Porto Cristo, y pertenecen al municipio de Manacor. Los inmensos carteles que se pueden ver desde la carretera te guiarán hasta su entrada.

Fueron descubiertas por el espeólogo Pedro Caldentey el 2 de marzo de 1905Parece ser que fueron las primeras cuevas que se abrieron al público allá por el año 1910.

El día que nosotros fuimos tuvimos la gran suerte que cuando entramos no había nadie más, así que disfrutamos de una visita completamente personal y privada. ¡Una guía para nosotros solos!



Primero visitamos una de las cuevas en donde se expone un pequeño vídeo sobre Julio Verne, para después acceder a otra sala mucho más grande. En esta última sala se proyecta un cortometraje de las grandes aventuras de Julio Verne, sobre una de las paredes de la cueva, como si de una sala de cine se tratara. La verdad es que las imágenes están muy bien escogidas y como la pared no es plana, parece una animación en tres dimensiones.

Salimos de esta cueva para adentrarnos en la cueva principal que fue la que se descubrió primero. Si sufrís de claustrofobia no os recomiendo la visita, porque se adentra unos 30 metros en la tierra, y si lo piensas, puede resultar un poco agobiante.


Coves dels Hams


En esta cueva se pueden ver diferentes salas, grandes y pequeñas, en las que la belleza del lugar te embriaga por completo. He de decir, que la iluminación ayuda mucho a crear este ambiente tan místico, aunque cuesta reflejarlo en las fotos. Está terminantemente prohibido el uso de flash para no dañar las rocas. De hecho, pudimos ver como algunas formaciones presentaban una humedad debido a las luces de los flashes.

¿Estalactitas o estalagmitas?

Esa es una pregunta que siempre nos hacemos. Pues bien, espero saber explicarlo correctamente. Las estalactitas crecen del techo hacia el suelo y como el agua pasa por su interior, son huecas. Las estalagmitas se forman desde el suelo hacia el techo por las gotas que van cayendo encima y estas son macizas. Por último, cuando las dos formaciones se juntan, se les llaman columnas. Para que os hagáis una idea de lo lento que es este proceso, tardan unos 30 años en crecer un solo centímetro. 

Durante todo el año, dentro de la cueva, se mantiene la misma temperatura, unos 20 grados y con una humedad del 80%. Por eso cuando entramos en invierno parece que hace calor y cuando lo hacemos en verano parece que está más fresquito.


Existen varios lagos dentro de esta cueva, pero el más grande, y posiblemente el más vistoso, se encuentra casi al final de nuestra visita. Lo llaman Mar de Venecia y sobre sus paredes se proyectan varias imágenes con música, al mismo tiempo que una pequeña barca se desliza por sus aguas.
¡Qué romántico!

Una última curiosidad que os puedo contar es que debido a los movimientos de la Tierra se pueden ver como algunas columnas están partidas por la mitad e incluso cabe entre ellas una mano. La naturaleza es increíble y caprichosa y nunca deja de sorprendernos.


Nos despedimos de vosotros desde estas hermosas cuevas que hemos tenido el placer de visitar después de tantos años. ¿Quién no ha ido alguna vez de pequeño con el colegio?


¡Hasta la próxima!




lunes, 7 de julio de 2014

Cala Varques

La semana pasada fuimos a una playa que se nos quedó grabada en el alma cuando la visitamos por primera vez hace un par de años.


Cala Varques

Para llegar hasta esta cala podéis ver la explicación en esta anterior entrada del blog en la que visitamos algunas de sus cuevas.

Lástima que este día el mar estaba mucho más revuelto que la última vez y había muchísimo oleaje. El famoso chiringuito de las rocas esta vez se encontraba en la arena de la playa (a buen refugio de las olas). Una de las partes malas de las mareas es que a veces traen medusas. ¡Y eso nos pasó ese día! No es que hubiera muchas, pero eran pequeñas y con las olas eran malas de ver. Pero había que jugársela, porque a pesar de las olas, las medusas y las algas, el agua estaba tan transparente como recordaba.

Me habría encantado volver a bañarme en esas aguas cristalinas y tranquilas que nos encontramos aquella vez, pero no ha podido ser. No se que le pasa al tiempo este verano que no para de hacer viento. Esperemos que la cosa se calme.

Cala Varques Petita
Otra de las peores cosas que traen las mareas es que a veces se llevan pequeñas calitas de arena, que tantos años habrá costado crear. Es el caso de la hermana pequeña de esta cala, Cala Varques Petita. Una pequeña entrada de mar con arena fina y flanqueada por las rocas. Se podía ir de una costa a la otra andando por el mar sin que el agua te cubriese. Ahora ya no es posible, porque ha desaparecido. Espero que algún día vuelva a crearse, aunque no creo que nosotros lo veamos.

A pesar del viento y el oleaje pudimos disfrutar de una agradable tarde de playa. Había gente en la arena, pero no tanta como la que nos encontramos aquel famoso 15 de agosto. Os recomiendo ir a visitar esta playa algún día en el que el tiempo esté más tranquilo. Estoy segura de que no os defraudará.


Nos despedimos de vosotros con esta foto en la orilla de Cala Varques cuando la visitamos por primera vez.

¡Hasta la próxima!



miércoles, 3 de octubre de 2012

Cuevas de Cala Varques y Cala Falcó

Otra excursión con mis queridas chicas tuiteras. A nuestro pulpito se le había metido entre "tentáculo y tentáculo" visitar unas cuevas en la costa de Manacor. Y no nos lo pensamos dos veces a la hora de embarcarnos a la aventura.

Cala Varques

Empezamos nuestra excursión en la paradisíaca playa de Cala Varques (la cual tuvimos la "suerte" de visitar el pasado 15 de agosto. ¡Estaba a tope!). Me gustaría dedicarle una entrada individual a esta playa y a su hermana pequeña la próxima vez que vayamos. Porque estoy segura de que volveremos.

Para llegar a Cala Varques nos tenemos que dirigir hacia Manacor y una vez allí, seguir las indicaciones de Calas de Mallorca. Es una carretera estrecha y con bastantes curvas, en las que no tenemos que despistarnos con la velocidad. Esta carretera termina en un cruce en el que giraremos a la izquierda y después a unos 200 metros cogeremos el primer camino de tierra de la derecha (suele haber un contenedor de basura). Este camino es bastante malo, con muchos baches y piedras. Os recomiendo cogerlo con paciencia.

Podéis dejar el coche en este mismo camino, lo más cerca que podáis del final. Ese día no encontramos muchos coches, pero imaginaos como estaba en pleno 15 de agosto...

Hay una barrera con una cadena en la que entraremos a continuación, ya a pie. Caminaremos por este camino de tierra unos 15 o 20 minutos hasta llegar a Cala Varques. Antes de llegar a la playa hay un pequeño cruce que deberemos obviar y seguir recto.



En esta cala hay cuatro cuevas que creo que se comunican entre sí por debajo de la tierra y a las que podemos acceder por cuatro puntos diferentes. Una de las entradas se puede ver desde la playa, pero una vez que accedes a la entrada parece que los pasillos a seguir son muy estrechos y no nos atrevimos a meternos. ¡Tampoco estamos tan locas! Y además, sin conocer y sin ir preparadas. Mejor lo dejamos para los profesionales.

A la que sí pudimos acceder un poco más, es a la que se encuentra justo al lado de un poblado "hippy" que hay en la parte derecha de la cala (si nos situamos mirando al mar). La entrada está un poco oculta por árboles y matorrales, pero preguntando se llega a Roma. Viendo la foto parece que no vamos a ver mucha cosa, pero no es dejéis engañar por las apariencias.


Es imprescindible llevar una buena linterna y no tener miedo a las arañas o telarañas que nos podamos encontrar. Y ya os aviso, que haberlas, las hay. Menos mal que mis compis iban más preparadas que yo. ¡Vaya tela! Siempre se me olvida algo...


Una vez dentro de la cueva, y bajando con mucho cuidado de no patinar, veremos una sala bastante grande en la que hay un lago natural al fondo. ¡Una pasada! La verdad es que no me imaginaba ver estas cosas. Creía que había que acceder mucho más adentro de las cuevas y no estaban al alcance de unas principiantes como nosotras.



Seguimos nuestra búsqueda de cuevas dirección hacia Cala Falcó. Para ello vamos hacia el lado izquierdo de la playa de Cala Varques por encima de las rocas (donde es bastante habitual encontrar gente que se tira desde lo más alto, aunque hay un cartel reciente que lo prohíbe).

Hay un pequeño sendero que nos llevará hasta Es Caló Blanc. Donde nos encontramos el famoso puente natural de rocas que tanto habíamos visto en muchas páginas. ¡Genial! ¡La cantidad de maravillas que nos regala la naturaleza! No podíamos dejar pasar la oportunidad para hacer un montón de fotos...

Es Caló Blanc

Continuamos por el sendero media hora más hasta llegar a Cala Falcó. ¡Otra maravilla más! Es increíble el color del mar en este rincón. Es un pequeña playa de arena fina rodeada de rocas. Y justo al lado encontramos la entrada a otra cueva.

Al principio no parecía gran cosa. Es una sala amplia con rocas y barro seco. Después de investigar un momento, vimos lo que parecía el acceso a otra sala en la parte izquierda. ¡Y claro! Nuestra enorme curiosidad y la valentía de @laplayeraN1 nos descubrió una sala enorme con estalactitas, agua y columnas magníficas. Creo que vimos más de lo que me imaginaba que podríamos ver unas "novatillas" como nosotras...

Cala Falcó
Hay una cueva enorme cerca de esta cala a la que hay que acceder nadando. Pero yo ya no iba dispuesta a meterme en el agua ese día porque ya empezaba a hacer fresco. Y las olas no parecían que se lo fueran a poner fácil a los que lo intentasen. Así que esto queda pendiente para la próxima vez que vengamos por aquí. Que seguro que volveremos a bañarnos en esta preciosa playa. ¡Anotado en tareas pendientes!


Para volver hasta el coche existe otro camino más corto que nos llevará hasta el camino que cogimos al principio para llegar a Cala Varques. Veréis que hay un sendero amplío y que se distingue bastante bien, que baja hasta la cala. El camino se desvía en varios puntos para no pasar por fincas privadas, pero es fácil de seguir. Cuando lleguéis al cruce con el de Cala Varques, solo tenéis que seguir a la derecha y subir hasta el principio del camino.

Y con parte de mis #tuiteraspower me despido de vosotros en una de las fantásticas cuevas que descubrimos.


¡Hasta la próxima!