jueves, 8 de septiembre de 2011

Fornalutx

De nuevo escogimos un municipio de la Serra de Tramuntana (ya declarada Patrimonio de la Humanidad). Y está vez, después de un paseo en moto por la Serra, fuimos a parar al pequeñito pueblo de Fornalutx.

Este pequeño, pero enormemente precioso, lugar se encuentra en un valle situado en el centro de la Serra de Tramuntana entre el Puig Major y Sóller. Y es a este municipio, a Sóller, al que perteneció durante  mucho tiempo, hasta que se independizó en el año 1837.

Yo ya había estado aquí con mi amiga Bianca, a la que aprovecho para mandarle un saludo. Y mi marido, cómo no, había pasado por aquí muchas veces pero no se había parado nunca. Pues ya era hora de visitarlo.

Es un pueblo muy característico por sus casas y sus caminos empedrados. Creo que solo hay dos o tres calles asfaltadas que cruzan el pueblo de punta a punta. Se puede entrar al pueblo por dos caminos distintos. Desde "abajo" entrando por Sóller o desde "arriba" viniendo por la carretera que cruza la Serra.

Calles de Fornalutx
Cuando caminas por sus calles parece que estás en otro mundo. Es increíble la tranquilidad que se respira por la zona. Aunque nosotros fuimos a visitarlo en verano, creo que es más aconsejable hacerlo en primavera o en otoño. Ya que en verano hace muchísima calor y en invierno tiene que hacer un fresco que pela. He visto fotos preciosas de Fornalutx con nieve de las últimas nevadas que han caído estos años por la isla. También debe ser bonito verlo así, aunque un poco más peligroso para el coche.

Es uno de los municipios más visitados de Mallorca y cuenta con varios hoteles y restaurantes dentro del pueblo.
Que espero visitar algún día...

Por lo que he podido leer en la página web de su Ayuntamiento, a Fornalutx le han concedido varios premios:
  • La Placa de Plata por el Fomento de Turismo de Mallorca por la Defensa y Mantenimiento de la Villa en 1983 (¡qué casualidad!, el año que yo nací...)
  • II Premio Nacional de Pueblos Embellecidos y Mantenidos de España por la Secretaria General de Turismo el mismo año.
  • Premio Alzina por el Grup Balear d’Ornitologia i Defensa de la Naturalesa por su labor en favor de la naturaleza el año 1995.

Casa de la Vila
Lo primero que nos encontramos, si entras por la parte de "arriba", es la torre de defensa que forma parte de la Casa de la Vila. Para los que no son de aquí, o como dice el Casta "para los que se van", la Casa de la Vila es el Ayuntamiento. Justo ahí, hay un pequeño parking donde dejamos la moto. Aunque era domingo, pudimos entrar en la Casa de la Vila y ver su patio mallorquín. También puedes coger folletos de información sobre la zona y ver una foto preciosa de Fornalutx con nieve.

Consejo: como dije, en Fornalutx no hay muchas calles asfaltadas, que además carecen de arcén, así que hay que dejar el coche a las afueras y seguir la ruta andando. Y sí, ponen multas. Vi como le ponían una a uno del pueblo, pero viendo la forma en la que quitaba la multa del parabrisas, creo que no tenía intención de pagarla (conocerá al policía...)

Si seguimos por esta calle encontraremos como una pequeña fuente rectangular. No estoy muy segura si es una de esas fuentes en las que antiguamente debían de lavar la ropa los del pueblo. Lo que no me cuadra es esa especie de barandilla que hay en la pared. ¿Sería para colgar la ropa? A ver si la han remodelado y ahora es como esos pasillos de los spas donde te metes y caminas y sientes la paz y la conexión con el agua y tu cuerpo...

Mira, ¡imaginación al poder!. Si alguien sabe con seguridad qué es esto que me lo diga por favor.

Iglesia de Fornalutx
Después de pasar por la extraña fuente nos dirigimos hacía la iglesia. Tal como citan en la página web del Ajuntament "La iglesia parroquial es uno de los edificios destacados de Fornalutx, originaria del siglo XIII de estilo gótico, ha sufrido numerosas reformas hasta llegar a su aspecto actual más propio del barroco". ¿Y adivina qué? Estaba cerrada. Otra iglesia que no puedo conocer por dentro. No es que sea muy devota, pero ya que visito los pueblos me gustaría poder entrar en alguna iglesia de vez en cuando. Porque las hay de bonitas. 

Pero se ve que en esto no tenemos mucha suerte. Aunque no desistiré, yo lo seguiré intentando en cada pueblo que visite.

A continuación nos dirigimos hasta la parte más elevada del pueblo, pasando por sus callejuelas  empedradas y llenas de escalones. Pude ver que había muchas fuentes de agua y también una especie de camino señalizado en el que había unos ganchos para poner antorchas, donde supongo deben realizar algún tipo de procesión religiosa o alguna festividad nocturna del pueblo.

Es Pà de Fornalutx
Según pude leer en la información que obtuve de Fornalutx por Internet, en este muncipio existe un arte popular de pintar dibujos y símbolos en las tejas que salen de las cornisas de las fachadas. La verdad es que no se si me fijé poco o qué, pero solo pude encontrar una pequeña muestra en un pequeño Forn que hay en la calle principal. Por cierto, si vais a Fornalutx hacerme el favor de entrar en este Forn y comprar pastel de hojaldre (o pastel de pobre, como dice mi marido). Nosotros compramos uno de chocolate y mmmmmmmmm ¡qué bueno!!! También lo hacen de crema.


Por lo que he podido leer, el arte de las tejas pintadas "a parte de la función propiamente decorativa,  tuvieron una función simbólica, ya que su objetivo era preservar y defender la casa y sus habitantes de las desgracias."

Y desde este mirador nos despedimos hasta el próximo pueblo, excursión o lo que sea de Mallorca.


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