jueves, 21 de febrero de 2019

Fira Dolça

Fira Dolça d'Esporles

Hacía muchísimo tiempo que teníamos ganas de ir a esta fira y siempre nos surgía algo que nos impedía ir. Hace un par de años parece que todos los astros se alinearon y por fin pudimos ir a verla.

La Fira Dolça se celebra el primer domingo de octubre en el municipio de Esporles. Se celebró por primera vez en 2005 y se ha convertido en una de las fiestas más conocidas de Mallorca.

Es recomendable llegar a primera hora de la mañana o al mediodía, ya que sino se crea un atasco para entrar al pueblo que se hace desesperante. El acceso al centro está cortado, pero habilitan varios aparcamientos públicos para acceder al pueblo. Eso sí, no os libraréis de una pequeña caminata.

Lo primero que nos encontramos al entrar fue un grupo de gente mayor haciendo encaje de bolillos. Todo un arte digno de admiración. Los bordados les estaban quedando preciosos.

Aparte de los puestos de comida, dulce y salada, en esta fira puedes encontrar paradas de todo tipo. La mayoría se concentran en la plaza principal del pueblo de Esporles pero en las calles colindantes también puedes ver muchas cosas. Como el puesto que vimos en una pequeña calle paralela al torrente donde nos encontramos a nuestros amigos de Amart Palma.

Cada año incluyen en sus actividades diferentes talleres y degustaciones, pero conviene que consultéis el programa actual del año que vayáis a visitarla. Normalmente está disponible en la página web del Ajuntament de Esporles.


Cuando volvimos a la plaza principal nos sorprendió un grupo de ball de bot que nos hizo una pequeña demostración de diferentes bailes mallorquines. Espero que algún día me anime y me apunte a aprender a bailar como ellos. ¡Me dan mucha envidia! Hace tiempo que la idea me ronda por la cabeza, pero entre unas cosas y otras nunca me he decidido, aunque nunca es tarde para aprender.

Tiene toda la pinta de que este baile cansa muchísimo, y hay que ir alerta a no lesionarse. Ya que vimos como uno de los bailarines más mayores se torció un tobillo mientras bailaba. ¡Pobre! Me dio mucha pena el hombre y seguro que a él le supo mucho más mal tener que dejar a sus compañeros colgados para el resto de la exhibición.

¡Y como no! A nuestra pequeña bailarina le encantó todo aquello. Aunque ella es más de estilo libre jajaja. Puedo prometer y prometo, que si algún día encuentro un curso para aprender a bailar, que podamos ir las dos, nos apuntamos.

Viendo tantas opciones disponibles para comer, creo que la próxima vez nos lo plantearemos de otra manera y nos quedaremos a comer allí. Y así aprovechamos y nos comemos unos cuantos postres sabrosos...

Lo último que nos encontramos cuando nos íbamos hacia el coche, fue una pequeña batucada que amenizaba la fiesta.

¡Vamos! Que ese día encontramos todos los ingredientes de una nada aburrida fira que le recomiendo a todo el mundo visitar como mínimo una vez.



Y desde uno de los carteles de la fira, que están impresos en cajas de ensaïmadas de la manera más original posible, nos despedimos de vosotros hasta nuestra próxima aventura por Mallorca.

¡Hasta la próxima!


PD: Dentro de poco es la diada de Balears, quizás podamos ver algo interesante. Ya os iré contando...