Nueva excursión por Mallorca y esta es una de las que más ilusión me hacía. Es una de las más conocidas. Se trata del Torrent de Pareis. Mi marido ya la había hecho muchas veces y la verdad es que me tenía un poco asustada. Creía que lo iba a pasar mal (y a lo mejor lo hubiera pasado mal si no estuviera en buena forma física).
ORATORI DE SANT PERE (ESCORCA) - S'ENTREFORC - LA CALOBRA
Tiempo y distancia: 3-4 horas apróximadamente
Dificultad: alta
Esta excursión es recomendable hacerla en verano, porque en invierno hay zonas en las que se acumula el agua y no se puede pasar (a no ser que tengas el material adecuado). Pero déjate, que en invierno tiene que hacer un fresquito...
Y como hay que hacerla en verano, y no queremos achicharrarnos por el camino, toca madrugar. Y vaya que si madrugamos. Lo suyo es empezar la excursión a eso de las 7:00 de la mañana, pero claro, tienes que pensar que hay que dejar algún coche al final de la excursión para luego tener transporte para la vuelta. Así que en los trayectos de coche pa' arriba pa' abajo, se te va una hora. Con lo cuál tienes que llegar allí a las 6:00.
También os recomiendo botas de montaña que te sujeten el tobillo, porque con tanta piedra basta que hagas un movimiento tonto y te tuerzas el tobillo, con lo cual tiene que venirte a buscar el helicóptero del SAR y tal y tal, y eso debe de costar un pastón. Llevar mucha agua y algún bocata y fruta para ir reponiendo fuerzas.
Lo primero es llegar al torrente. Desde la salida, en el Oratori de Sant Pere, hasta S'Entreforc hay más o menos una hora de bajada por la ladera de la montaña. Puede que sea lo más duro y donde más se cargan los músculos de las piernas, porque es todo el rato hacia abajo por camino de piedras. Pero va super bien para entrar en calor (y más cuando llevas una hora esperando 'a la fresca' a que dejen los coches abajo....)
Una vez en el torrente las vistas son una pasada. Es asombroso lo caprichosa que es la naturaleza y te embriaga la belleza del lugar. Es una excursión 100 por 100 recomendable.
El resto de la excursión se trata de caminar por el torrente esquivando los rocas gigantes que te encuentras por el camino. A ratos es como gravilla y a ratos hay enormes pedruscos que tienes que pasar por algún lado. Según me han contado los "saltos" más peligrosos los han eliminado haciendo rutas alternativas rodeando las piedras. Hay un tramo en el que incluso subes por la ladera para luego volver a descender al torrente, porque es imposible saltar esas rocas.
Supongo que alguien con los aparatos necesarios (cuerdas, arneses, un par de cojones....) son capaces de pasarlos.
A mi parecer hay uno o dos saltos complicados. Realmente, creo que saltar, solo salté en uno, pero sí que da cosilla, sí.
Cuando empiezas a ver que el final del torrente se acerca y ya hueles el mar, en teoría deberías sentir algo como "¡Por fin!". Pues a mí no me pasó eso. Sentí como "¡Oh...! ¿Ya fin?". Me dio como pena y todo. Me lo pasé genial y espero poder volver algún día.
Lo mejor cuando llegas al final es pegarte un "capfico" en la playa de La Calobra. ¡Ojo! Que el agua está bien fresquita, pero que bien viene cuando llevas encima la paliza de andar que llevas. Y también viene muy bien para curar las heridas que te hayas podido hacer por el camino. No os asusteis, solo uno que otro arañazo con las matas del campo.
Y con este marco de belleza natural (y no lo digo por los modelos) me despido hasta la próxima.
Precioso relato
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