No se si os lo he contado alguna vez, pero tengo la gran suerte de que mi suegra hace los mejores buñuelos que he probado en mi vida. Y como me gustaría que estas tradiciones permaneciesen en mi familia, este año nos hemos atrevido a hacerlos por primera vez.
Los ingredientes que necesitáis para hacer más o menos un kilo de buñuelos son:
- 1/2 kg de patatas
- 200 g de harina
- un vaso de agua
- levadura de pan
- aceite de girasol
Lo primero que hay que hacer es hervir bien las patatas y cuando están hechas no hay que dejar que se enfríen. Se cuelan para quitar el exceso de agua y se pasan por un chino para hacerlas puré. Se añade el vaso de agua con (más o menos) la mitad de una pastilla de levadura de esas que venden en el Mercadona.
Se mezcla bien con las manos y se va añadiendo poco a poco la harina. La masa queda muy pegajosa, pero es así. Ahora se deja reposar hasta que suba. Por lo menos una hora.
Se calienta el aceite de girasol en una sartén bien honda y cuando está muy caliente podemos empezar a freír los buñuelos. Este puede ser el paso más complicado y depende del arte de cada uno. Menos mal que Xisco ha heredado unas buenas manos de cocinero y algunos nos quedaron con el agujerito y todo. Para que no se os pegue la masa en las manos, tenéis que mojaros la mano con agua y sal.
Cuando están dorados por un lado se les da la vuelta simplemente con un tenedor. Una vez hechos los podemos servir y que cada uno se los coma como quiera. A mí me encantan simplemente con azúcar, pero también se pueden comer con miel, con azúcar moreno, etc.
Espero que os salgan tan buenos como a nosotros y si no, siempre podéis ir a comprarlos a alguno de los tantos puestos que aparecen estos días por las calles. ¡A ver quién me trae un clavelito!
¡Hasta la próxima!
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