Este fin de semana visitamos este pequeño zoo ubicado en Santa Eugènia. Me sorprendió muchísimo porque había muchos más animales de lo que me esperaba. Fue otra visita más con nuestro grupo de Winteractivities y esta vez aproveché la ocasión para llevar a mis sobrinas conmigo.
Este parque fue inaugurado en 1998 gracias al amor a los animales de la familia Mas. Su afición llegó a convertirse en una forma de vida. A parte de los animales que se encuentran en el zoo, en 2001 crearon la Fundación Natura Parc para proteger y cuidar la naturaleza y donde llevan un programa de educación ambiental. Y por último se creó en 2003 el Centro de Recuperación para algunos animales que son llevados hasta aquí. Como por ejemplo aves, tortugas o delfines que una vez que se han recuperado se devuelven a la naturaleza.
Empezamos la visita en este parque por la zona de animales acuáticos. Hay una gran variedad de patos y cisnes de diferentes clases. Están divididos en cuatro charcas diferentes con mucha naturaleza, lo que hace que en pleno verano se pueda pasear muy a gusto por el parque. La verdad es que el ambiente es muy fresco y es muy agradable el paseo.
En este mismo camino encontramos algunos de los mamíferos que tienen en el zoo, como una cebra y unas cabras con unos cuernos rizados enormes. También vimos un puerco espín gigante y más animales que probablemente ni mis sobrinas ni yo habíamos visto nunca.
Pasamos a la zona de aves en las que tienen una gran variedad de estas, pero sin ninguna duda mi ave favorita es el buitre. Sí, en vez de los periquitos o los canarios, me encantan los buitres. Los veo tan majestuosos y si tengo que elegir alguno ¿adivináis cuál es? Por supuesto, el voltor negre.
Una cosa que no sabía es que también tienen una pequeña selección de felinos. Tiene tigres, leonas y una pantera negra preciosa. Aunque más bien era marrón oscura y en vez de una pantera parecía un leopardo muy moreno. Nunca había visto un animal así. Cuesta creer que estos animales sean cazadores, porque estaban todos muy tranquilos.
También tienen una zona con animales autóctonos de las islas, pero fuimos a ver otras zonas primero.
La última sección que visitamos y la que creo que fue la favorita de todos fue la de los lemures. Tienes que entrar en una sección vallada en la que los lemures van libremente de un árbol a otro y en la que puedes darles de comer y verlos bien de cerca. Fue una experiencia increíble y disfrutamos muchísimo. ¡Fue genial! Aunque es muy triste saber que este simpático animal está en peligro de extinción.
Los fines de semana con el mismo precio de la entrada te invitan a comer en las barbacoas que están dentro del parque. Por lo que pude ver daban una bandeja de carne de Ca na Paulina y pan. ¡Me encanta esta idea!
Aunque nosotras no pudimos quedarnos a comer, tengo pendiente volver a este zoo que me ha cautivado y poder enseñárselo al resto de mi familia.
Me despido de vosotros desde el zoo de Natura Parc en el que mis sobrinas y yo hemos disfrutado muchísimo.
¡Hasta la próxima! |
No hay comentarios:
Publicar un comentario