El pasado 20 de marzo fue el cumpleaños de una servidora y este año me han regalado una súper cámara réflex con la que fotografiar todos los rincones de Mallorca. Así que no se me ocurrió mejor idea que estrenarla con un paseo por el casco antiguo de Palma.
La primera vez que realicé esta ruta fue hace unos cuantos años con mi amiga Bianca que estaba de vacaciones por aquí. Tuvimos muy mala suerte aquella vez, porque nos encontramos la mayoría de los patios cerrados y nos quedamos con las ganas de ver algunos. Hay que tener en cuenta de que muchos de estos patios están en casas particulares y son sus dueños los que deciden si mostrarlos al público o no. Creo que no hay ninguna ley que les obligue a abrirlos.
Can Oms |
Empezamos nuestra visita en la calle de la Almudaina que se encuentra justo detrás del Palau del Consell de Mallorca donde encontramos el primero de los patios que se pueden visitar. El casal de Can Oms estuvo habitado por la familia Doms en el año 1642. Se trata de un patio dividido en tres espacios por columnas con capiteles jónicos. Está muy bien cuidado y es uno de los pocos a los que se puede acceder.
El siguiente patio está en esta misma calle y en él actualmente se encuentra el Arxiu Municipal de Palma. El patio de Can Bordils tiene origen medieval pero se han hecho muchas reformas durante el siglo XX. De hecho, el día que fuimos estaban haciendo obras y no se podía ver muy bien.
Giramos por la calle Zanglada donde veremos el portal de Can Marquès en el número 2. Es un pequeño patio en el que hay una escalera desde la cual se pueden apreciar distintos motivos de decoración del siglo XVIII. Lamentablemente es uno de los patios a los que no pudimos acceder aunque según su página web es la única casa señorial que se puede visitar en Palma.
Can Llorenç Villalonga |
Seguimos nuestra ruta hacia la derecha por la calle Estudi General Lul·lià donde en seguida encontraremos la casa donde vivió el escritor Llorenç Villalonga hasta que murió en el año 1980. Es una casa de construcción moderna datada del siglo XIX y su patio sigue las pautas tradicionales de aquella época. Este es otro de los patios a los que no se puede acceder, pero se puede ver a través de su barrera de hierro.
La mayoría de los patios tienen una puerta de madera y otra de hierro. Así que si tenemos la suerte de que abren la puerta de madera, podremos observar los patios desde la calle.
Estudi General Lul·lià |
Si continuamos por esta calle y giramos en el carrer San Roc llegaremos a donde está el Estudi General Lul·lià. Este edificio fue la sede de la Universitat Lul·liana de Mallorca y actualmente es un centro cultural en el que se realizan muchos cursos de español para extranjeros. Tanto el exterior como el interior del edificio está lleno de pequeños detalles que vale la pena observar y su patio tiene una estructura clásica barroca.
Volvemos de nuevo a la calle de la Almudaina para pasar por una puerta de muralla de la época romana. Antiguamente dicha puerta separaba ambos barrios de la ciudad cuando la ciudad era musulmana.
Can Amorós |
Si giramos a la izquierda en la calle Morey y justo antes de llegar a la plaza Santa Eulàlia, veremos el portal de Can Amorós en el número 1. Lo más característico de este patio son las columnas de mármol rojo de estilo barroco. Posiblemente se trate de un edificio de oficinas, porque dio la casualidad que entraban dos personas trajeadas mientras hacía la foto. He de decir que fueron muy amables de dejarme hacer un par de fotos.
Volvemos por la calle Morey y seguimos por la calle Portella donde se encuentra la sede actual del Museo de Mallorca. Tampoco pudimos acceder a él porque ahora está en obras. Pero de todas maneras, tengo pendiente una visita exclusiva al museo. Es muy difícil hacer tantas cosas en una sola mañana. La casa donde se encuentra el museo se llama Ca la Gran Cristiana y según cuenta la leyenda delante de este portal fue donde el cavallero Coch mató a un dragón para ofrecérselo a su enamorada, hija de esta casa. El famoso Drac de na Coca.
En esta misma calle se encuentra también el museo Can Morey de Santmartí en el que destacan el muro de piedra a la izquierda dentro de su patio. Las tres plantas de su edificio se han convertido en salas de exposición desde el año 2012.
Cal Marquès de la Torre |
Al final de la calle podremos ver el edificio de Cal Marquès de la Torre donde se ubica actualmente el Colegio Oficial de Arquitectos de Baleares. Recuerdo haber entrado a este edificio con mi amigo Iñaki de Barcelona. Y recuerdo que cuando fuimos no tenía ni idea de que existía este edificio. ¡Cuantas cosas han cambiado desde entonces! Construido a finales del siglo XVII y de estilo renacentista excepto la escalera.
Continuamos por la calle de Can Serra pasando por debajo del puente del casal de Can Formiguera, más conocido como el casal del Compte Mal, en el que destaca su gran y amplio balcón.
Baños árabes |
En esta calle se encuentran los famosos Baños Árabes, uno de los pocos ejemplos de arte musulmán conservado de la antigua Madina Mayurqa. Aunque yo ya los había visitado, Xisco no había entrado nunca, así que previo pago de 2'50€ por cabeza (incluido residentes), entramos a visitar estos famosos baños. Realmente lo que se conserva de estos baños no es gran cosa y lo más vistoso es el jardín y unos cuantos objetos de aquella época. Lo siento, pero me parece un precio excesivamente alto para lo que hay que ver. ¿No es suficiente que paguen la entrada los extranjeros? Una vez que hayáis visitado todos los rincones de los Baños Árabes seguiremos por Can Serra y giraremos a la derecha en la calle Sant Alonso.
En el número 11 de esta calle se encuentra Can Muntaner. Un modesto patio mallorquín que merece una parada en el camino para observarlo. Giramos por el carrer Vent y casi al final está el portal de Can Lladó. No se puede ver mucho desde la calle, pero hay muchísimas plantas en su interior y es de origen medieval.
Església de Monti-Sion |
Al final de esta calle llegamos a Monti-Sion donde se encuentra la iglesia con su mismo nombre. La fachada de esta iglesia es simplemente espectacular y merece la pena observar cada uno de los muchos detalles que se pueden ver en su entrada. Construida entre 1624 y 1683 muestra las imágenes de Immaculada Concepción, Sant Ignasi y Sant Francesc Xavier.
En el número 13 de esta calle podremos ver el patio de La Criança. Un edificio del siglo XVI donde se ubicó la institución de La Criança, que era la encargada de la educación de los hijos de la aristocracia.
Volvemos hacia la iglesia de Monti-Sion para girar por el carrer Criança, una calle muy estrecha a vuestra izquierda. Llegaremos a la calle Sol donde giraremos de nuevo a la izquierda.
Cal Comte de la Cova |
En esta calle encontramos un patio al que si se puede acceder, ya que se trata de la actual sede de la Escuela Superior de Turismo. El casal de Cal Comte de la Cova perteneció a la familia Villalonga en el siglo XVII. La arquitectura del patio es propia de los patios góticos con columnas octogonales. También destaca su escalera formada por claustros y los techos de madera.
Giramos en la primera calle a la derecha hasta llegar a la plaça Sant Francesc. Justo en esta esquina podemos ver el patio del casal de Can Coll o Can Moragues del Racó. Se trata de un patio muy amplio con una gran escalera barroca al fondo.
En esta plaza se encuentra la basílica de Sant Francesc y pegada a ella se encuentra el claustro. Como ya íbamos mal de tiempo no pudimos observarlo todo en detalle, habrá que dejarlo para otra ocasión. Pero si tenéis la oportunidad de visitarla, os animo a hacerlo.
Continuamos por la calle de Can Troncoso, pasando por el lado izquierdo de la basílica y seguimos por Can Savellà donde veremos el último patio de nuestra visita.
Can Vivot |
El patio del casal de Cal Marqués de Vivot (Can Vivot) es de los más bonitos que se pueden ver. Un amplio patio en el que tienen un par de coches muy antiguos. Aquí se puede ver de nuevo el estilo barroco con columnas de mármol rojo, capiteles corintios y una monumental escalera imperial. Fue en esta casa donde se tramó la conspiración felipista en favor de los Borbones durante la Guerra de Secesión.
Es sorprendente la cantidad de historia que guarda cada rincón de nuestra ciudad. Somos unos privilegiados de vivir donde vivimos, sin ninguna duda.
Qué belleza de patios retratados en este artículo de tu blog. De hecho poder pasear por el casco antiguo de Palma y admirar estas construcciones de la época antigua es extraordinario. Muchos actuales propietarios en determinadas épocas del año tienen los portones abiertos y el patio iluminado para disfrute de los ciudadanos que los contemplan.
ResponderEliminar