Un soleado día que nos regaló el pasado invierno nos decidimos a dar un paseo por una de las zonas más turísticas de Mallorca. Para llegar a Santa Ponça simplemente hay que seguir las indicaciones de la carretera de Andratx.
Molí de Santa Ponça |
Lo primero que fuimos a visitar, y que es lo primero que verás al llegar a Santa Ponça, es el molí de Santa Ponça. Justo en la rotonda de la salida del polígono de Son Bugadelles se encuentra este molino al parecer recientemente restaurado y bien conservado. Justo detrás hay una pequeña explanada en la que podréis dejar el coche sin problema. Se puede llegar hasta la entrada del molino e incluso tocar las aspas.
Hay un par de bancos en los que sentarse y echar un vistazo de la magnitud de esta parte de Calvià. Y aunque está justo al lado de la carretera, al estar elevado tiene un encanto especial.
Siempre que hemos ido a Santa Ponça me han llamado mucho la atención unas largas escaleras que hay en la parte derecha de la playa. Me intrigaba mucho saber a donde llevaban esas escaleras. ¡Pues allá que nos fuimos! A descubrir donde empezaban y cuantos escalones había. Lo habéis leído bien. ¡Os lo juro! Los contamos TODOS. Pues resulta que estas escaleras suben desde la playa hasta una zona residencial de chalets que se encuentra en la ladera de la montaña. Lo que parece una zona más bien cara. ¿Y sabéis cuantos escalones hay? Pues en total hay 513. Si no me creéis, os reto a contarlos. Las vistas desde aquí a la playa son espectaculares.
Una vez que subimos y bajamos las escaleras, nos paramos a ver la playa principal de Santa Ponça. Es imposible ver esta playa desierta en verano, así que, ver las playas en invierno es algo especial, porque puedes ver lo preciosas que son aunque sean de las más turísticas. El agua es cristalina y lo único que "ensucia" la arena son restos de algas que la naturaleza va dejando en la costa.
Torre d'es Castellot |
En el municipio de Calvià se conservan varias torres de defensa y en Santa Ponça se encuentra la torre de's Castellot. Por desgracia no se puede visitar ni ver de cerca porque se encuentra dentro de una propiedad privada. Una residencia de ancianos que hay en Es Castellot. No podré llegar a acostumbrarme que lo que se supone que es un bien público de nuestra historia, esté dentro del terreno de alguien y no se pueda visitar.
Creu del Desembarcament |
Nos vamos hasta la costa opuesta desde donde estamos para ir a visitar el puerto de Santa Ponça. Desde aquí podemos visitar la Creu del Desembarcament. Esta cruz se puso para conmemorar el punto donde Jaume I llegó a Mallorca. Es en relación con este personaje con el que se realizan las fiestas más importantes del pueblo en el mes de septiembre.
Desde aquí se pueden ver los barquitos que entran y salen desde el puerto. Parece que el puerto es pequeño, pero no es dejéis engañar. Aunque no se puede entrar, podéis hacer un rodeo por las calles de atrás y seguro que descubrís rincones nuevos.
Cerca del puerto hay una pequeña playa de arena preciosa. El Caló d'en Pellisser. Me encantaría ir en verano para ver si es tan agradable como parece o estará masificada. ¡Espero que no!
Y para acabar nuestra visita nos encontramos, casi por casualidad, con el mirador de les Illes Malgrats. Este mirador se encuentra situado encima de una antigua torre de defensa circular en la que todavía se conserva un cañón de hierro. Desde aquí se pueden ver las islas que forma una gran reserva ecológica.
Y desde aquí nos despedimos ¡hasta la próxima!