viernes, 8 de junio de 2012

Caló d'es Màrmol


La siguiente parada en nuestra aventura por Mallorca nos lleva hasta Santanyí. Ya hacía tiempo que un pulpito azul me recomendó visitar esta cala, y la verdad, es que nos alegramos mucho de la recomendación.  Para quién todavía no conozca a este pulpito, podéis conocerlo en Disfruta la Playa.  Es un página web muy interesante en la que encontraréis la información de muchísimas playas de MallorcaIbiza, Formentera y próximamente Menorca.

Caló d'es Màrmol

Para llegar hasta el Caló d'es Màrmol hay una buena excursión de una hora y media y se puede hacer desde  el Cap de Ses Salines o desde Cala s'Almunia. Nos dejamos guiar por las recomendaciones y escogimos el  camino de Cala s'Almunia, que tampoco la conocíamos. Para llegar a Cala s'Almunia tenemos que ir  dirección a Cala Llombards y tomar el desvío hacia la derecha que hay antes de llegar hasta Cala Llombards. Nosotros no estábamos muy seguros del camino así que tuve que echar mano del GPS del móvil. ¡Estos nuevos teléfonos que hay ahora son una maravilla!

Si llegáis pronto a Cala s'Almunia no creo que tengáis problemas para aparcar (y os aconsejo llegar pronto si pensáis hacer la excursión en verano para evitar las horas de más calor).

Una vez que estéis frente a la entrada de la Cala veréis unas escaleras a mano derecha que nos llevan hasta ella. Al ver los escalones solo podía pensar en la hora de la vuelta, después de haber caminado hora y media para ir, y hora y media para volver... ¡malditas escaleras!

Cala s'Almunia
Llegamos sobre las 9:30 de la mañana y apenas se podía ver a nadie en la playa. Como mucho algún perro pidiéndole por favor a su amo que le dejase entrar en casa. Esta Cala está dividida en dos partes. Un pequeño puerto de barcas en el que hay unas pequeñas casas  frente al mar. Y a la derecha una pequeña zona de baño de piedrecitas y rocas. El camino por el que  tenemos que empezar la excursión esta en esta última zona.



En la siguiente foto podéis ver dónde empieza el camino de la excursión. Parece que te metes en una jungla sin salida, pero es por aquí. Pero nosotros no somos felices si no nos complicamos un poco el camino, así  que cuando llegamos a la Cala, vimos un camino justo en frente en el que parecía que empezaba la excursión.  Pues allá que fuimos, sin mirar que existía el camino que os he dicho antes. Bordeamos la costa por las  rocas y complicándonos un poco el paseo. En algunos puntos tuvimos que pegar algún que otro salto. Sin dudarlo os recomiendo el primer camino que se unirá a este después de unos minutos de caminar.


Cuando ya hemos cogido el sendero simplemente hay que caminar y caminar sin cesar. Al principio se pasa  por debajo de algunos árboles que nos darán la única sombra que encontraremos en el camino. A veces hay varios caminos a seguir, pero nosotros siempre fuimos cogiendo el camino de la izquierda que quedaba más cercano a la costa.


A lo largo de la excursión podemos ver unos acantilados preciosos y alguna que otra entrada de mar en las rocas. ¡Ah, sí! Y también cuevas, como esta tan grande que nos encontramos en un rincón de los  acantilados. Es impresionante ver como la naturaleza crea estos rincones tan magníficos. ¿Cómo se forman estas rocas que parece que están cortadas horizontalmente y alguien las hubiera alineado? La erosión del mar, supongo.


También pudimos ver una extensión enorme de plantación de cereales. ¡Qué espectáculo! Me imagino los  colores que deben aperecer aquí en la puesta de Sol y tiene que ser ¡impresionante! Sólo de pensarlo se me  ponen los pelos de punta... La de fotos bonitas que se podrían hacer aquí. Pero sin pisar los cereales, no vaya a ser que l'amo se enfade.

Justo antes de llegar al Caló d'es Màrmol tendremos que rodear un pequeño torrente en el que hay como una torre redonda y blanca que ninguno de los dos supimos que podía ser. No tenía ni puertas, ni ventanas. Ya se que siempre os pido colaboración, pero de verdad, me gustaría saber que es eso.



Después de hora y media de caminata llegamos al paraíso. Realmente precioso. El color del mar es impresionante. Las rocas, el agua, la vegetación del lugar ¡TODO! Cuando llegamos solo había una pequeña embarcación y dos o tres parejas en la playa. Las fotos que había visto no le hacían justicia. La encontré mucho más grande de lo que me la esperaba. Solo unos metros más, bajar una pequeña rampa, unos pequeños escalones y estrenamos nuestra temporada de verano en un paraíso mediterráneo.

Para las fechas en las que hemos ido el agua estaba un poco fresquita, pero después de la caminata os  puedo asegurar que nos sentó de maravilla. Y cuando os hagáis a la idea de que tenéis que volver a Cala  s'Almunia donde dejásteis el coche y os hayáis cansado de la playa (que es difícil) solo hay que volver por el mismo camino por el que hemos venido. ¿Cuando inventarán la teletransportación?



Y desde nuestro paraíso particular, que ha sido nuestra primera visita playera de este verano, nos despedimos hasta la próxima.

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